Muchas personas están familiarizadas con las inundaciones a causa de lluvias fuertes, pero las inundaciones pueden ocurrir de varias maneras. La nieve derretida, un dique roto o represa rota, e incluso las poderosas olas del mar que azotan las costas pueden ocasionar inundaciones. Las inundaciones pueden desarrollarse rápidamente, o durante un largo periodo de tiempo, y son el desastre natural relacionado al clima más común.
Las inundaciones repentinas son devastadoras e impredecibles, y también son el tipo de inundación más peligrosa. Usualmente son ocasionadas por lluvia excesiva durante un periodo corto de tiempo. El exceso de agua fluye por los caudales de los ríos y calles y se lleva todo a su paso. Este tipo de inundación puede causar torrentes rápidos, capaces de arrastrar automóviles e incluso casas. Las áreas con poca o ninguna vegetación pueden ser especialmente vulnerables a inundaciones repentinas ya que no pueden absorber el exceso de agua suficientemente rápido para evitar las inundaciones.
Otros tipos de inundaciones incluyen inundaciones en ríos, costas, tierra adentro y marejadas ciclónicas. El Servicio Nacional de Meteorología categoriza las inundaciones de la siguiente manera:
Todas las inundaciones tienen el potencial de producir condiciones peligrosas. Es importante tomar en serio los avisos de inundaciones y prepararse adecuadamente. A continuación, algunos consejos para ayudar a mantenerte a salvo durante una inundación:
Obtén más consejos de seguridad y recursos en el sitio web en inglés del National Weather Service >